Las máscaras de los carnavales de Venecia
son predominantemente de color blanco, si bien se han ido introduciendo otros
colores, aunque aún hoy son tres los que más se ven por sus canales, el clásico
blanco y los nobles plata y oro. También han sufrido algunas transformaciones
los trajes, que originalmente eran negros, pero continúa siendo imprescindible
el corte de la época del siglo XVIII.
Se atribuye la fundación de este carnaval al
secretario principal del rey en el siglo XIII, que recomendó encarecidamente al
gobernante que llevara a cabo su idea de que los nobles se relacionaran con el
pueblo llano, por lo que las máscaras eran una señal de los nobles que salían a
mezclarse con el populacho. Durante estas celebraciones era común que los
primeros tuvieran aventuras con los segundos, algo que fue cambiando con el
tiempo y que se convirtió en una celebración que se llevó a cabo hasta que
Napoleón Bonaparte conquistó Italia y prohibió estas fiestas.
A comienzo de los años setenta del siglo
pasado se volvió a introducir el carnaval, esta vez con el ambiente de
romanticismo y sofisticación que le confieren sus suntuosos trajes y sus
máscaras de refinada elaboración.
Si bien estos carnavales son algo más sobrios
en apariencia que otras celebraciones alrededor del mundo, el desenfreno y las
fiestas son la tónica alrededor de la cual giran también.
Venecia es muy
conocida principalmente por dos cosas: sus canales y su carnaval. Por estas dos
razones se puede resumir prácticamente el porqué del noventa y nueve por ciento
de las visitas que se hace a la histórica ciudad.
El Carnaval de Venecia es uno de los
más antiguos del mundo, y se distingue sobre todo por la vistosidad de sus
mundialmente conocidas máscaras, que fueron utilizadas en un principio para que
la nobleza se relacionara con el pueblo llano pero que hoy en día es un signo
representativo de dicha fiesta en cualquier lugar donde se vean. Si bien cada
una de las máscaras tenía un uso y un significado diferente y su utilización
dependía en parte de la persona que la llevaba, hoy en día la elección de cada
una de ellas es un asunto de gusto personal, por lo que podemos encontrarnos
con dos personas iguales que lleven máscaras distintas o con dos personas
diferentes portando la misma máscara.
Lo que sí es seguro es el hecho de que el Carnaval
de Venecia no es una fiesta normal, ni siquiera es un carnaval normal. Se
trata sin duda de mucho más que un simple baile de máscaras.
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